La estafa de las grandes compañías

Bestezuelas, canallas, gusarapos, pérfidos, sabandijas, depravados, rufianes, malignos, taimados, hipócritas y cínicos. Aunque la lista de atributos peyorativos podría continuar hasta acabar con el diccionario.
Os estaréis preguntando el porqué de este alud de insultos y dicterios, y sobretodo a quién se los remeso. La respuesta es muy sencilla. El quién, las compañías de telefonía, Internet y televisión. El porqué, aún más simple, por su increíble descaro frente al consumidor.

Da igual que compañía sea, da igual quién la dirija, solo importa hacer dinero. Y la manera más sencilla es estafar, engañar y mortificar a los clientes. Los cuales al parecer, o bien no son capaces de luchar contra los gigantes electrónicos o no les importa que se les robe y oprima.
El segundo grupo de gente, el cual parece no tener un sentimiento de correspondencia frente a la injusticia es quizás el que vivirá mejor, relajado y pasando sin pena ni gloria su vida.
Pero el otro grupo, en el cual me incluyo, no tolera que se les robe, así que teléfono en mano reclaman sus derechos como consumidores, pero, cual es su asombro al encontrarse con teleopreadoras que no pueden pasarte con sus superiores, o que las grandes compañías, no tienen oficinas donde ir a quejarte en persona.
Mientras el usuario continúa pagando su cuota mensual, la entidad; que lo tiene atado con una soga al cuello la cual llaman contrato, le sigue dando excusas ilógicas y antitéticas las unas con las otras.

Hemos llegado a una situación en este país en el cual, el mismo gobierno, le da más privilegios a las empresas para que estafe al consumidor, que libertades para logre más beneficios de formas dignas y justas. Y abandona al pueblo a su suerte, esperando que no se den cuenta de la tremenda injuria sufrida hacia su libertad.
Creo que estando en este punto la sociedad de consumidores debería poner los puntos sobre las íes y exigir al ejecutivo que modifique las leyes de protección al usuario para poder gozar al menos de una atención al cliente, como mínimo respetable.

Yo os puedo decir que he sufrido este castigo, pero creo que soy bastante objetivo; y me tomo la libertad de asegurar que, ninguna compañía se libra de esta gran estafa.
Es obvio que habrá gente que nunca haya tenido un problema, si leéis esto, sabed que sois unos grandes afortunados.
Es la hora, ha llegado el momento de no dejarse engañar.


Gracias por su atención,
Atentamente,
Miroir